5 cosas que cualquier emprendedor puede aprender de un funambulista

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En realidad, en este post no hablaré de cualquier funambulista. Hablaré de Philippe Petit, el famoso funambulista francés que el 7 de agosto de 1974 caminó en una cuerda floja colocada entre las Torres Gemelas de Nueva York, y de las lecciones que cualquier emprendedor puede sacar de esta gran hazaña.

Philippe Petite

(Imagen: AP Photo / Alan Welner)

Me interesé en Philippe Petit después de haber leído Let The Great World Spin, una novela de Column McCann situada en Nueva York en 1974, en donde varios capítulos se inspiran en la vida de Petit y su paseo por las Torres Gemelas. Sin embargo, lo que realmente me motivó a escribir este post fue el documental llamado Man on Wire que vi inmediatamente después de terminar el libro de McCann, y que trata sobre la vida y hazañas de Petit. Si aún no lo has visto, de verdad te recomiendo verlo... son 90 minutos que te emocionarán y te pondrán la piel de gallina. Sin más, quiero compartir lo que yo aprendí de Philippe Petit:

1) Encuentra un sueño que te apasione

Petit cuenta la historia de cómo un día, cuando estaba en la sala de espera del dentista, vio en un periódico el dibujo de que lo que serían, algún día, las torres más altas del mundo. Con el fin de tener algo tangible para poder aferrarse a su sueño, arrancó el artículo del periódico e inmediatamente salió corriendo de la sala de espera. Petit bromea que gracias a eso pasó una semana con dolor de muela, pero ¿cómo se compara ese dolor con haber podido ganar el sueño de su vida? En ese momento las torres ni siquiera estaban construidas, pero eso no detuvo a Petite para soñar en grande. Para los emprendedores este sueño puede ser algo que siempre hayamos querido hacer, una cosa que siempre hayamos querido mejorar, un problema que creemos debe ser solucionado ahora. En realidad, lo que importa es que el sueño sea nuestro y verdaderamente nos apasione. 

2) Los sueños se alcanzan paso a paso, con preparación y tenacidad

Petit se preparó, entrenó durante días, meses y años para adquirir y perfeccionar las habilidades que más adelante le permitirían caminar de una torre a la otra. Petit se miraba sí mismo "no como una persona que quería conquistar el universo, sino como un poeta que quería conquistar hermosos escenarios." Entre esos hermosos escenarios se encontraron la catedral de Notre Dame de París y el Sydney Harbour Bridge en Australia. Para alcanzar nuestros sueños y hacer lo que muchos consideran imposible se requiere de mucha disciplina, práctica y constancia. Mi padre siempre me decía que "la práctica hace al maestro". Para ser emprendedores exitosos debemos aprender, practicar y corregir incesantemente. 

3) Planifica hasta el último detalle

El paseo en las Torres Gemelas necesitó 6 años de preparación. Pensemos que este era un acto nunca antes realizado y completamente arriesgado: si algo salía mal, Petit podía morir. Además de las complicaciones técnicas que podrían surgir durante el acto, éste tendría que ser un evento planificado con mucho sigilo para que el personal de seguridad de las Torres Gemelas no se enterara, ya que claramente no permitirían que algo así se llevara a cabo. Así que Petit y su equipo se pusieron manos a la obra, y entre su preparación incluyeron sesiones de brainstorming, visitaron varias veces las Torres Gemelas, tomaron fotos desde un helicóptero, construyeron pequeñas maquetas de las torres y discutieron cuál era la mejor manera para atar los cables para que fueran una estructura estable. Como emprendedores debemos tener un plan que nos guíe y asegure el éxito. Tampoco se trata de analizarlo o planificarlo todo (parálisis por análisis) o de creer que nuestro plan inicial será infalible, pero en los negocios la solución NO es el slogan de Nike (Just do it). Como emprendedores debemos planificar cómo llegaremos al mercado, cuál es la mejor forma de captar clientes, cómo conseguiremos inversión, etc. Se trata de acogernos a ciertas metodologías, como podría serlo la del Método Lean Startup, y aprender de la experiencia.

4) Sé paciente, no te desesperes y no tomes decisiones precipitadas

Como si la espera de 6 años no fuera suficiente muestra de paciencia, Petit tuvo que ser paciente en por lo menos dos ocasiones más antes de lograr su sueño. La primera fue unos meses antes de caminar sobre la cuerda floja, cuando Petite y su equipo ya estaban en Nueva York y se dieron cuenta de que habían detalles que no se habían contemplado. Tuvieron que abortar la operación para planificar esos detalles. La otra fue justo la noche de la gran hazaña, cuando estaban en el nivel más alto de la torre y vieron que un guardia de seguridad se asomaba. Rápidamente se escondieron debajo de una sábanas, y tuvieron que esperar durante 3 horas, sin moverse y sin hacer ni un sólo ruido, para no ser descubiertos. Era muy fácil haberse desesperado en este momento de estrés, o tirar la toalla, pero fueron pacientes y resistieron. Como emprendedores también tenemos que ser pacientes, y saber cuál es el momento adecuado para lanzar nuestro producto, entrar en nuevos mercados o cambiar de dirección. También tenemos que ser pacientes en el sentido que no siempre conseguiremos los resultados que quisiéramos (rentabilidad, por ejemplo) la primera vez que lo intentemos.  

5) Lánzate al agua (o en este caso, da el primer paso)

Durante toda la noche tuvieron que trabajar arduamente para atar las cuerdas y preparar el escenario. Justo cuando estaba saliendo el sol, lo lograron. Después de una noche entera de trabajo, de desgaste físico y mental, era la hora de la verdad. Uno de los amigos de Petit comentó "yo en ese momento estaba totalmente asustado. Petit debía estar tan cansado como yo, y eso no era para nada bueno, considerando lo que él tenía que hacer." En ese momento, Petit debía tomar la decisión de dar o no dar un paso al frente. Y lo dio. Así, Petit se convirtió en en el protagonista de uno de los eventos más impresionantes que mundo ha visto. Un regalo para todos los que estaban cerca de las Torres Gemelas en ese momento, y para nosotros que podemos admirar este evento años después. La planificación es necesaria, pero quizás lo más importante de todo es la ejecución. ¿Qué hubiera pasado si Petit hubiera decidido no dar el primer paso? ¿Qué hubiera sucedido si emprendedores como Jobs, Zuckerberg, Page, Bezos, Disney o Edison, por poner algunos ejemplos, no se hubieran atrevido a llevar a cabo sus sueños? Seguramente no estaríamos hablando de ellos ahora, y estoy seguro que el mundo hubiera perdido bastante. ¿Podremos algún día nosotros estar entre este listado de emprendedores famosos? Si damos el primer paso, puede que sí. 

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A veces encontramos inspiración en los lugares más extraños, en libros que no tenían otro objetivo más que entretenernos durante unos días de verano, o en películas de eventos que sucedieron hace 40 años. La historia de Petit me pareció increíble, y creo que todos los emprendedores podemos aprender mucho de este evento. ¿Qué crees?   Autor: Rodrigo Villatoro / Imagen: AP Photo / Alan Welner   Banner Funambulista

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