Rewrite some Articles for me

Trato de visualizar la conexión de aquella fugaz sombra que indagaba (ya lo había hecho otras veces supongo) justo detrás del farol taciturno que daba hacia el patio trasero, cada vez que yo intentaba sentarme en la mecedora a recordar algo que ya no recuerdo hace bastante tiempo. Aquello me ponía algo iracundo, algunos días rompía en llantos. Necesitaba volver aquel recuerdo a mi memoria ahora fallida por la edad o injustamente por lo sucedido. Así gastaba noches enteras, los días los dedicaba a recorrer mi espacio, un viaje interminable aunque todo era muy reducido si lo queremos medir en metros cuadrados pero, interminables sin duda. Por las tardes ponía mis pies por la calles principales de parís aunque no recuerdo nunca haber visitado parís ni Lisboa ni roma, quizá era parís con Londres, camino a san diego. No sé si mi memoria fallaba por la edad o injustamente por lo sucedido y así mis días se dislocaban para así dar paso a una terrible nostalgia, se dislocaban entre si aunque la lluvia la espero hace meses, no llega, está lejana, tan distante como mi estúpida y fallada memoria aunque muchas veces pienso que es injustamente por lo sucedido. Esta mañana he arremetido contra el cotidiano y preferí quedarme en casa, específicamente en mi cuarto. Un cuarto húmedo y sucio, hongos que por la humedad pienso, le dan un olor y color especial a la muralla que se encuentra tras el respaldo de la cama. Hay días en que amo como el humo de mis cigarrillos se funden con el color que dan aquellos hongos al cuarto, algo tan preciado, tan complaciente, tan cercano a un suave consuelo de niño o mejor dicho cuando se suspendían las clases en la escuela. Ahora sin duda alguna creo yo, se puede decir que disfruto de esta soledad tan suntuosa, tan callada y pasmada, disfruto de mis errores, los más temibles que ni el curita soportaría oírlos, aunque jamás que yo recuerde visite una iglesia para confesarme de alguna estupidez ni mucho menos algún arrepentimiento obsceno. Pero sé que mi memoria falla y creo que puedo romper en llanto, lo lamentable es no sé porque y eso me fastidia, no debí quedarme en casa ese día, o sea hoy, tal vez mañana y trato de rememorar la apacible conciencia del porque pero termino durmiendo más de ocho horas seguidas. Antes era capaz de pasar dos, casi tres días sin dormir y aquello no me fastidiaba, podía leer partituras de piano y periódicos de los años treinta.